"Mi reflexión con la educación de este País comenzó en la época de 1ro y 2do de bachillerato, en el mismo momento dónde la mayoría de los jóvenes comienza a preocuparse y preguntarse sobre su futuro...
Enseguida noté que en el liceo al cual acudía habían en uno de los pasillos principales una serie de vitrinas cargadas de trofeos deportivos, los cuales me atrajeron y me ocupe un rato libre para mirarlos -cosa que muy poca gente ha hecho- y las fechas variaban, pero ninguna de ellas se acercaba a la época desde que yo había comenzado a ir a ese liceo (desde 1er año CB).
Fue ahí cuando empecé a mirar a mi alrededor, y vi con pena como las paredes literalmente se despedazaban a mi alrededor, las ventanas parecían abiertas, pero en realidad eran vidrios que faltaban, las máquinas de escribir parecían computadoras (o viceversa era?), y el punto culminante de mi visual recorrida fue cuando en un rincón del patio vi una estatua, de tamaño casi real, de un personaje que debido al desgaste y la falta de cuidado costaba descifrar quien era, pero después deduje por una pequeña inscripción que tenía al pie que decía "LAVA"... lleja.
Después, la vida me llevó hacia Montevideo, donde me inscribí en el Liceo Nº 4 "Zorrilla de San Martín", en el turno nocturno, al cual creo que si asistí una semana entera fue mucho; ahí, me encontré con casi la misma imagen de deterioro y devastación que tenia del Liceo 1 de TyT., con la única diferencia, que en este liceo estaba peor la cosa... Fue tan grande y tan deprimente la imagen de desolación, descuido, arruino, etc., bueno, no sabría que sinónimo más agregar, pero no fui más, daba lástima!.
Además de la ruina física, obviamente estaba acarreada la ruina humana, nadie sabía de nada, nadie sabía qué era lo que tenía que hacer yo ahí, estaba totalmente perdido, los adscriptos no sabían quienes eran los profesores, los profesores no conocían a los adscriptos, etc.
Al tiempo de haber dado los exámenes libres en Treinta y Tres de nuevo, tuve la posibilidad de ingresar a un curso de profesorado de historia en el IPA (de Treinta y Tres, Sede de Magisterio y de toda clase de formación (o deformación) de Profesores y Maestros del Dpto. Tampoco duré mucho ahí; al principio estaba indeciso si era yo o los profesores, ya que en este local parecía no haber fallas edilicias (o casualidad), pero después conversando con mis compañeros y con compañeros de otros grupos -los cuales, la mayoría ha desertado por la misma razón- sentían como una falta de preparación de "algunos" profesores, lo que comprendí cuando uno de estos profesores nos mandó de trabajo -ATIENDAN BIEN- una TESIS, si una tesis, con todos sus lineamientos completos, al segundo mes de clase, y para ser entregada a la semana siguiente. Después de varias horas de discusión "amena" con este profesor, y viendo que no íbamos a tener otra salida que hacer la famosa tesis de una vez por todas, decidí contactarme con gente en brasil la cual estaba preparando doctorados en esa misma materia, los que atribuyeron a este profesor el síndrome de "Asnitis Agudae", en otras palabras, me dijeron que era una "bestia". Pero en fin, la tesis fue realizada, en base a muchas películas sobre el tema, libros, revistas, entrevistas, Internet, y todos los medios posibles al alcance de la mano.
Estuvimos trabajando con el equipo hasta la tarde antes de la clase, y finalmente, gracias a la orientación recibida del norte, ya teníamos prontas las páginas principales del trabajo, ya que obviamente no nos dio el tiempo para terminarla completamente, cosa que ningún otro equipo logró tampoco, incluso menos. En fin, cuando entregamos el trabajo, el profesor muy tranquilamente se levanta y se dirige a la dirección, a pedirle al director del local estudiantil una "ayuda" para corregir el trabajo... moraleja para los profesores: "no pida una tarea casi imposible si usted no sabrá como corregirla". Al tiempo nos enteramos que el profesor no era profesor, sino maestro de primaria con algún que otro cursillo. Ahí fue cuando decidí salir de ahí lo más rápido posible!
En otra ocasión, las vueltas de la vida me llevaron a iniciar un curso de Electrotecnia, en la mal llamada UTU, (ahora no sé como es que se llama, sé que le cambiaron el nombre).
Este ha sido mi último "fracaso" como estudiante (comillas para fracaso, después lo explico). Brevemente les voy a contar algo de lo que viví ahí adentro.
En uno de los primeros días de clase, alguien respetable de la institución nos dijo "... tengan cuidado con los de ahí (señalando la zona de administración, secretaría, dirección, etc.) que son bravos, no se fíen de ellos, cuiden las faltas y las notas, y no solo por ustedes..." Bonita impresión para empezar un curso no?
Aparte de la eventual ruina edilicia idéntica a los liceos ya mencionados, aquí sí las cosas estaban bravas para el factor humano. El organigrama de la UTU se dividía en dos, como en la política casi, (o coincidencia). Además de los sentidos de pensamiento subjetivo de cada uno de ellos, estaba casi borrado el organigrama mismo, donde adscriptos mandaban más que el director, profesores que dirigían a los auxiliares de servicio, y otras varias animaladas.
En la primera entrega de notas, -tardía-, comprendí lo que aquel viejo personaje nos había dicho sobre las mismas y las faltas, ya que un amigo que había dejado de ir la primer semana por temas laborales, a mitad de año tenía 5 faltas en una de las materias, 8 en otra, y así sucesivamente. Pero eso no era problema, era sí en los casos que aparecían faltas demás, incluso más de las clases dictadas que tenía el profesor en su libreta...
Y bueno, ni que hablar de algunos profesores, desde escribir con horrores de ortografía en el pizarrón, hasta quien sabe que más se podía ver ahí.
Esta vez, me retiré de este instituto por causas externas, pero no me hubieran faltado ganas para dejar de asistir también ahí."
Esto que acabo de escribir, es una breve crónica de mis años en la educación pública de este bendito País. Es, en tono jocoso, dramático e ilustrativo algo de lo que se puede ver, al entrar a un local común de educación pública.
Que la educación en este País está en crisis, es un hecho y nadie puede negarlo. Pero el problema es que la crisis es negativa en vez de la esperada crisis positiva que debería haber ocurrido hace tiempo.
Muchos jóvenes atribuyen esta crisis a los profesores, que les falta preparación, vocación, etc. en lo cual no están muy equivocados, pero yo me atrevo a ampliar un poco el margen de culpa un poco más. Pienso que ésta crisis vino en etapas, formando después un circulo vicioso y contagioso de un nivel al otro, y es en etapas que se debe solucionar; voy a intentar darle un orden a las etapas que creo que intervienen.
Para empezar voy a esquematizar el círculo vicioso, en el nivel de secundaria únicamente:
Hay varios jóvenes que se quejan de que se aburren en clase, que no les interesa para nada la temática, que lo que dieron en tal o cual bachillerato no les sirvió para nada en la Universidad, etc. El problema, en mi opinión, radica en que la mayoría de los programas están mal orientados, algunos dicen para la izquierda, derecha, arriba, abajo, etc. No se para donde estarán bien, pero lo que sé que mucho no me importa que hizo el Emperador Tanganiqués en el 1904, sino la revolución armada que definió varias "cositas" aquí en nuestro país. ¿Qué, acaso porque lo organizo un gaucho de los blancos, no significó nada para el país que se le da una semana de importancia en el programa como mucho? Todo bien con la historia mundial, hay que saberla, pero primero hay que saber de donde somos, un poquito de historia nacional no viene para nada mal!. Otra, para qué quiero yo funciones matemáticas de "x", "y", "z" y todo el abecedario, si no sé cuanto es 234 dividido 97,3? Para que quiero un soneto de Fulanito de Tal, si no se sabe si soneto va con S o con Z? Para que quiero yo saber la lógica de Menganito, si no sé lo que es el Amor, la Vida, y el Respeto? Son preguntas frecuentes de los estudiantes de secundaria. A todo esto es lo que me refiero con que los programas están mal orientados. No importa si son de 25 horas al día de carga horaria, o si los dicta un facho o un tupa, es inútil si los programas siguen mal orientados.
Otro aspecto a tratar sobre los programas es su diversidad y su antigüedad.
Hay más planes que especies de ranas, -y eso que hace poco encontraron una-; plan 76, micro experiencia, plan piloto, plan 85, plan esto, plan lo otro... La educación, no debería ser para todos igual? Por qué, en 6to de medicina de la micro experiencia dan bioquímica casi todo el año, y en el 76 dan el cuerpo humano? Acaso son especializaciones distintas? O no son los dos bachilleratos en medicina? Preguntas, nada más.
Ahora, el tema de la edad... 76, 85, tienen más años que los profesores que los dictan! En una parte de uno de los programas decía.. "...Las dos Alemania, su actualidad..." Actualidad? Hace años cayó el muro de Berlín, no avisaron?. Al ritmo que avanza la tecnología, causante de muchos males, para aquellos que la desconocen o no saben aprovecharlas, las clases de informática tendrían que dictarse gratis por Internet en los cyber-café, para que sean utilizados no sólo para chatear y webear, y de paso ahorrar un poco en las computadoras dinosaurio que tiene enseñanza secundaria.
En fin, hay que tirar todo a la papelera y empezar de cero nuevamente, con cierta objetividad, por lo menos respetando la laicidad de nuestra educación pública, intentando plantear un programa único para todo el País, (Si, que al interior también llegue, y le sirva...).
El tema de los programas mal aplicados, programados -valga la redundancia-, es dentro de todos el menos complicado de resolver, ahora, el resto...
Los profes: de tipos de profesores deben haber la misma cantidad que de planes. Los hay los Profesores con mayúscula y todas las letras, aquellos "de antes" que saben y saben enseñar; los profes, los que no saben tanto, pero saben enseñar muy bien, los profesores con minúscula, que saben y no saben enseñar nada, y finalmente los profeso retes -con el perdón de la expresión- que no saben ni saben enseñar. Por otra parte, están los que enseñan por vocación y los que enseñan por el pe$o. Éstas dos últimas "clasificaciones" son las que no se pueden modificar, que van con el estilo/necesidad del profesor, pero en las anteriores sí podría haber algo de modificación, como una especie de trabalenguas: Enseñar al que no sabe de la materia, enseñar a enseñar al que no sabe enseñar, y al que no sabe, ni sabe enseñar, y encima enseña por el pe$o, enseñarle otra carrera.
Hay una gran diferencia entre enseñar y educar, que muchas veces no es tomada en cuenta, pero aquí no voy a explicarla, ya que se volvería más extenso aún de lo que es. Pero dejo el tema en el tintero por si alguien al pasar lo lee y puede hacer algo con él, adelante.
El gobierno como el administrador de la educación, debería tener la capacidad de ser lo suficientemente autocrítico, intentando dar cabida a las opiniones relevantes de los jóvenes y dar cabida a aquella que lo son; pero muchos se preguntarán, quienes son/somos para decidir lo que las futuras generaciones deben aprender? Bueno, la respuesta es bastante simple: Los gobernantes son aquellos que fueron elegidos por el pueblo para ejercer su soberanía... (Democracia Representativa, recuerdan?), por lo tanto ellos deben velar para que las decisiones tomadas afecten para bien a la sociedad que representan. En materia económica, habría que ver para que se están destinando los fondos obtenidos por cada centro educativo, suprimir las fallas administrativas, y reinventar la manera de aplicar estos fondos: en vez de rejas y alambrado de púa para que no se escapen los alumnos, haga una cancha de football, o algo interesante para hacer en las horas libres, si después de las reformas de programas queda alguna. Pero como esto no es un tratado sobre gobierno o economía, voy dejándolo por acá.
Como pondrán ver, en el esquema dibujado anteriormente, la palabra familia está en negrita, debido a que, creo que desde ahí es que vienen varios de los problemas, y en sí es el más grande de ellos y más lento de solucionar. Si en muchos hogares, por parte de los padres, se han perdido los valores de la vida, en las Escuelas y en el Liceo se les debería enseñar, pero no como una materia más, sino como una forma integral, como se les enseñaría en la casa de cada uno. Parte de los jóvenes han perdido la moral, la ética y las buenas costumbres, pero no porque quieran ser revoltosos, rebeldes, o como se los quiera llamar: simplemente no tienen de dónde aprenderlos!; y lo más grave de todo, es que ésta especie de ignorancia es contagiosa, y mucho. Por lo tanto creo que mientras los profesores cuenten alumnos y no números, u horas para cobrar, dedicándose a restaurar los valores perdidos por la gran parte de la juventud, este problema si mis cálculos no me fallan se debería estar solucionando, en gran medida en cinco años como mínimo, después de que se tomen esas medidas.
Ahora bien, después de analizar brevemente, algunos de los problemas de nuestra tan vanagloriada educación pública, las preguntas que me hago: ¿De quién es el fracaso? ¿Del alumno, el profesor, la sociedad, el gobierno, o de quién?
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